Estrategias bajo el mar: peces que cambian de sexo

En el mundo submarino, el sexo no es siempre algo fijo. Para muchas especies de peces, cambiar de sexo a lo largo de su vida es una estrategia natural de supervivencia y adaptación.
Este fenómeno forma parte del complejo lenguaje biológico con el que la evolución ha dotado a numerosos organismos marinos y puede estar influenciado por factores sociales, hormonales o ambientales.
Es mucho más común de lo que pueda parecer, especialmente en aguas cálidas o templadas, y menos frecuente en aguas frías.
¿Cómo y por qué cambian de sexo algunos peces?
Los peces que cambian de sexo a lo largo de su vida lo hacen generalmente en una sola dirección, aunque hay especies que pueden hacerlo en ambas.
La ventaja evolutiva de estos cambios reside en maximizar las oportunidades reproductivas.
Por ejemplo, en especies con jerarquía social, puede ser más útil nacer como hembra y pasar a macho solo cuando se puede dominar un harén. En otros casos, cuando un grupo vive con una sola hembra dominante, un macho puede sustituirla a su muerte.
Especies comunes del Mediterráneo que cambian de sexo
1. Doncella (Coris julis)
Muy habitual en fondos rocosos y praderas de posidonia, la doncella común nace como hembra y se convierte en macho al alcanzar cierto tamaño o edad.
Los machos son más grandes y de colores más vivos. Suelen formar pequeños harenes y defender un territorio. Este cambio está regulado por señales sociales y hormonales.
2. Mojarra o llapassa (Diplodus spp., como D. annularis)
Algunas especies de esta familia (esparidos) comienzan su vida como machos y, tras superar un determinado tamaño o en función de ciertas condiciones ambientales, pueden transformarse en hembras.
Esto les permite participar primero como productores de gametos más sencillos (espermatozoides), y después, con mayor energía acumulada, producir óvulos.
3. Gobios (Gobiodon spp., Paragobiodon spp.)
Muchas especies de gobios pueden cambiar de sexo en ambas direcciones (hermafroditismo bidireccional).
Cuando dos individuos forman pareja, uno se convierte en macho y el otro en hembra según lo que el grupo necesite. Si se separan, pueden volver a cambiar para adaptarse a una nueva pareja.
4. Mero (Epinephelus marginatus)
Esta emblemática especie mediterránea es un hermafrodita protogínico. Los ejemplares jóvenes son hembras y solo algunos individuos grandes se convierten en machos.
Esto explica por qué la protección de los meros de gran tamaño es crucial: si se pesca un mero grande, probablemente se está eliminando a un macho reproductor único en la zona.
Un fenómeno global: peces payaso y lenguados
El cambio de sexo no es exclusivo del Mediterráneo. Otras especies bien conocidas también lo practican:
Pez payaso (Amphiprion spp.)
Viven en pequeños grupos jerárquicos dentro de anémonas. Si la hembra muere, el macho dominante cambia de sexo para ocupar su lugar, y un macho subordinado asciende en la jerarquía.
Lenguados y otros peces planos
Algunas especies bentónicas presentan cambios de sexo relacionados con factores ambientales, como la temperatura del agua o la densidad de población.
Cambios de sexo e impacto humano
Estas estrategias naturales pueden verse alteradas por la presión pesquera, la contaminación y el cambio climático.
Cuando los humanos extraen de forma selectiva los ejemplares más grandes (que a menudo son los machos reproductores), se puede desestabilizar el equilibrio poblacional y dificultar la reproducción de la especie.